México en plena transición,con un futuro gobernante con expectativas altas y un pueblo ávido de resultados positivos. Los nombramientos comenzaron, algunos fueron aplaudidos y otrosabucheados, dejando el sector energético en los reflectores del país y el mundo, y no es para menos, resulta un tema de agenda pública.  

La reforma energética tal parece que no será derogada en el próximo gobierno como pensaban algunos,más quedar borrón y cuenta nueva, se debe reforzar, revisar y modificar.Como bien señala la Agenda 2040:Transformando a México de la Asociación Mexicana de Empresas de Hidrocarburos (AMEXHI), “La infraestructura productiva de hoy depende de lo quese concibió, planeó y empezó a desarrollar décadas atrás”, es decir, muy poco o casi nada.

Haré un breve análisisde algunas reformasmundiales,enfocándome al sector petrolero. En América Latina, Colombia y Brasil, se implementaron reformas que han dado como resultado el incrementode su producción y en consecuencia de su economía. Así también se tienen ejemplos como Canadá, Cuba, Arabia Saudita y finalmente Noruega quien ha sido modelo a seguir porlos mecanismos aplicados que aquí platicaré.

Estos países han demostrado que no existe un único modelo que sirva de base para implementarse en el resto del mundo, se tiene que tropicalizar de acuerdo con las condiciones de cada región. El objetivo principal de una apertura energética es reforzar su seguridad y economíadel país, crear un mercado competitivo y eficiente, entre otras más. México actuaba hasta hace unos años como el único país en el mundo donde una empresa estatal operabaal 100% en toda la cadena de valor de los hidrocarburos, por cierto, esta última con bastantes deficiencias y limitaciones.

En Arabia Sauditase comenzó a darprioridad a sus empresas estatales en la exploración y producción de hidrocarburos, y en el resto de la cadena de valorsepermite la participación de privados.Cuba, se dio cuenta que con la participación de privados, maximiza su valor, por ello se han asociado con empresas extranjeras, protegiendo sus recursos. Brasil, en la década de los noventas aperturó su industria a la inversión privada, en 2010 realizó nuevas modificacioneslogrando avances importantes en producción y desarrollo tecnológico, a pesar de los detalles posteriores. Colombia, aunque no es un país potencia en petróleo,en 2003 modificó sus leyes para flexibilizar y potenciar el mercado energético. Noruega, un país del cual varios han tomado su modelo petrolero vanguardista y con visión de largo plazo, cuenta con una empresa estatal eficiente y reconocida a nivel mundial y por si fuera poco, crearon un fondo petrolero para invertir en el capital humano y las generaciones futuras.

Nadie asegura que si tomáramos uno de estos modelos tendría éxito en nuestro país, pero se podría ajustar a las condiciones y necesidades de este. Existen dos puntos clave para ello: tomar un mayor control asumiendo un mayor riesgo y necesidad de inversión, o bien, incentivar la entrada de nuevos participantes que reduzcan el riesgo sin tener que asumir las necesidades de inversión.Los retos son mayores y la innovación tecnológica debe fluir en paralelo con el desarrollo industrial.

Para construir el futuro, debemos comenzar a descubrir, desarrollar y aprovechar nuestro potencial energético lo más pronto posible, solo queda la reflexión y aprendizaje del pasado y presente para identificar las claves de un exitoso futuro. El gobierno entrante deberá enfocar su esfuerzo en la economía del conocimiento, aquello que seguro, brindará resultados positivos para un desarrollo tecnológico, científico y económico, ¡Es ahora o nunca!.

Ing. Alejandro Baizabal G. 

alexbaiz@hotmail.com