Es muy preocupante que dirigentes de Morena cercanos a su candidato presidencial prediquen el odio como ocurre con el escritor Francisco Ignacio Taibo Mahojo que desde hace varios años siembra la división entre mexicanos con un irresponsable maniqueísmo sin medir las consecuencias de su discurso radical.

Conocido como Paco Ignacio Taibo II, es actualmente el secretario de Arte y Cultura del Comité Ejecutivo Nacional del Movimiento Regeneración Nacional. Es hijo de inmigrantes españoles socialistas que huyeron del franquismo. En este fin de semana circularon sendos videos en los que propone expropiar bienes de empresarios que no apoyen a Amlo en el supuesto caso que gane la presidencia de la Republica y que se “fusilen” a los que aprobaron la reforma energética.

Como se “viralizaron” esos videos, muchos dirigentes de ese partido y sus candidatos se empeñan en decir que eso no va a pasar, ¿pero cómo confiar? En otros países que han sido presas del populismo de izquierda o derecha han pasado esas cosas muy lamentables en contra de las libertades y la economía de las familias más pobres.

Podemos los mexicanos disentir si es mejor la economía de mercado que la dirigida por el Estado, o si los energéticos naturales son mejor administrados por la iniciativa privada o por el gobierno. Nos podemos preguntar: ¿Quién es más eficiente: la empresa particular o la paraestatal? ¿Qué sector es más proclive la corrupción: el privado o el público? etc.

Pero proponer que por no apoyar a Amlo se debe confiscar por “interés nacional” las fábricas de quienes no están de acuerdo con su programa o juzgar que son “traidores” los que aprobaron la reforma energética, es por lo menos una muestra de falta de tolerancia.

Sembrar el odio en conferencias, charlas y mítines es una vieja tradición del comunismo y del fascismo del siglo pasado. Los discursos incendiarios que polarizan a la población y los clasifican en buenos y malos o en pueblo y anti pueblo, son populistas y pueden dergarrar seriamente la convivencia nacional.

Cualquiera que gane la presidencia de la Republica en este 2018 no lo hará por mayoría absoluta de electores y aunque fuera así, no con la mayoría de los mexicanos si tomamos en cuenta a todos los integrantes del padrón electoral. Al no haber segunda vuelta, es muy posible que el triunfador no tenga suficiente apoyo en las urnas y si contrapesos institucionales.

Las movilizaciones de personas que propone este ideólogo de la izquierda, es para tratar de doblegar a las instituciones y hacer que el caudillo “carismático” este por encima de la constitución. Si es un verdadero peligro poner en manos de personas con esas tácticas a nuestro país.

Por Agustín Basilio de la Vega

@basiliodelavega