Y es que son demasiados los Yunes involucrados en la política veracruzana. Habiendo tomado el poder Miguel Ángel Yunes Linares, pasará tiempo para que otro apellido mande en los altos espacios estatales donde se toman decisiones. Están en la Gubernatura, el Senado, en San Lázaro, en las alcaldías, y claro, apuntan a extenderse.  

Al igual que en el Estado de México, donde a lo largo de los años los Del Mazo han continuado vigentes en relevantes cargos, o en Coahuila, con los Moreira, Veracruz apunta firmemente a perpetuar o cimentar la era de los Yunes, sea como apellido paterno o materno.

Veracruz tiene un Yunes por Gobernador, Miguel Ángel, de corte panista; sus dos hijos, también azules, dominan en la política, uno de ellos, alcalde electo de Veracruz y ex Senador, Fernando, quien entra en funciones el próximo primero de enero, y Miguel “hijo”, quien terminando su gestión como edil de Boca del Río, será candidato del Frente Ciudadano para suceder a su padre.

Hay más Yunes, están Héctor y Pepe, ambos priístas y actuales Senadores por Veracruz. El primero ya fue candidato a Gobernador, perdió y busca la revancha en la elección que se avecina; el segundo también quiere competir por el tricolor, desea arrebatar la silla al Ejecutivo azul.

Hay más Yunes en otros ambientes veracruzanos que por espacio no puedo mencionar: empresarios, diputados federales, periodistas y delegados, entre otros. En suma, dominan el estado.

Y aunque somos un país democrático y no monárquico, los veracruzanos “elegirán a otro Yunes para suceder a un Yunes”, sea panista o priísta, pues la pelea fuerte está entre ellos, al mero estilo de la aclamada serie “Juego de Tronos”. Será, de nuevo, “Yunes vs Yunes por seis años más de un Yunes”.

El primero de julio del 2018, en la boleta electoral para gobernar a Veracruz, estará impreso dos veces el apellido Yunes: uno, el hijo del Gobernador, el aún alcalde Miguel Ángel Yunes Márquez, a quien difícilmente le quitarán la candidatura de la bolsa, y dos, Héctor o José Yunes, quienes aún se disputan “el honor” de lograr lo que se antoja difícil pero no imposible: ganar.

Así como antes varios lograron posiciones o candidaturas por cercanía con un Duarte o Macías, hoy, y durante 6 años más cuando menos, en Veracruz será la época de los Yunes, sea el color que sea, “dime con qué Yunes andas, y te diré qué alcances o posibilidades tienes”.

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