En vísperas del 5to informe de gobierno del Presidente Enrique Peña Nieto, con una estrategia de comunicación social sin muchos cambios y pretendiendo que lo “bueno cuenta y queremos que siga contando”, el escenario nacional sigue sin poder mejorar para el Presidente y su gobierno. 

Cada mes se rompen cifras record con respecto a personas asesinadas, desaparecidos y víctimas de la violencia a nivel nacional. Son pocos los municipios que están libres de algún acto de delincuencia y luchan constantemente por no pertenecer a las estadísticas a nivel nacional. Si bien, en los lugares turísticos se había controlado a las organizaciones criminales, eso ya no es real. Desde varios meses atrás Playa del Carmen, Cancún, Baja California y Puerto Vallarta han sido testigos de enfrentamientos entre los mismo grupos criminales y/o con las fuerzas armadas. Incluso, el gobierno de E.U.A ha emitido alertas para sus connacionales a la hora de viajar a dichos destinos. 

Organizaciones internacionales como las locales, desde el 2014, han expresadorecomendaciones a cada uno de los diferentes niveles de gobierno, instituciones de seguridad pública y nacional, las cuales, poco se han analizado y mucho menos llevado a cabo. Esto, acentúa más la crisis de derechos humanos que atraviesa la sociedad mexicana, ya que no hay una mejora en los protocolos ni cambios estructurales necesarios para combatir la violencia sistemática del Estado y de los grupos delictivos. 

Entonces, se cumplen5 años, sin interrupciones, de presenciar una crisis que pasó a ser una constante en la vida de los mexicanos y de la negación de un gobierno que no es capaz de aceptar errores y expresar empatía con las víctimas. 

Desafortunadamente, dicho escenario no cambiará y la voluntad de los políticos e instituciones será nula. Las elecciones presidenciales son en menos de 11 meses, la violencia no cesará y nadie ayudará a la sociedad. Es momento de que la sociedad civil se organice y actúe para pelear la agenda no sólo en los próximos meses, sino en las propuestas de cada candidato y posteriormente en el Plan Nacional de Desarrollo. 

Se vienen meses complicados, acontecimientos que pueden cambiar el rumbo de las elecciones y mañosos que saquen provecho de eso. Hay que estar atentos a cualquier situación, evitar vanagloriar a unos y no olvidar la responsabilidad de otros. Es necesario encontrar justicia y cerrar heridas para poder avanzar, sin ellas no será posible un cambio de paradigma. 

Por: César Jiménez Martínez